sábado, 31 de octubre de 2009

Columnistas denuncian abusos por parte de la Corte Suprema de Justicia contra la libertad de prensa.

Por: Slobodan Wilches
Radio W, Bogota
30 de octubre de 2009


La W conoció que los periodistas María Isabel Rueda y Mauricio Vargas Linares, del diario El Tiempo en sus columnas editoriales del domingo y lunes, respectivamente, van a protestar por lo que ellos consideran “un abuso y un atropello”, por parte de la Corte Suprema de Justicia. La denuncia se produce luego de una reunión que se adelantó en las instalaciones del diario, en la cual los magistrados del alto tribunal se refirieron a su trabajo periodístico. El presidente de la Corte Suprema de Justicia , Augusto Ibáñez y sus acompañantes reclamaron por los escritos del ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria, el ex ministro Fernando Londoño Hoyos, Mauricio Vargas y María Isabel Rueda.

El interés de los magistrados era lograr que el periódico retirara las columnas del ex asesor José Obdulio Gaviria y al parecer las de los periodistas María Isabel Rueda y Mauricio Vargas. A la reunión asistieron los Magistrados Augusto Ibáñez, Presidente del alto tribunal, el Vicepresidente Jaime Arrubla, el Magistrado Francisco Ricaurte y el Magistrado Julio Enrique Socha Salamanca.

Nuevo atentado contra la democracia por parte de la CSJ.


Paris, 31 oct 2009

Por: Eduardo Mackenzie

Para María Isabel Rueda, Mauricio Vargas, José Obdulio Gaviria y Fernando Londoño Hoyos


Queridos amigos, permítanme expresar mi solidaridad total frente al nuevo acto liberticida contra ustedes del magistrado Augusto Ibáñez, vergüenza de su profesión y de la corporación que, en mala hora, dirige.


Augusto Ibáñez se desenmascaró definitivamente. La censura y el ostracismo que él pide contra ustedes, eminentes periodistas colombianos, es la culminación de una serie de barbaridades que él y sus amigos están cometiendo. Luego de ver lo que hicieron ayer el y tres otros magistrados en El Tiempo, no debe haber duda entre nosotros, periodistas colombianos: debemos unirnos todos contra esa clique que trata por todos los medios de establecer una dictadura judicial digna del socialismo del siglo XXI.

Como los periodistas somos un obstáculo a esa empresa, Ibáñez pide la eliminación civil de los periodistas libres. Ibáñez quisiera barrer de manera autoritaria los obstáculos que se levantan contra sus proyectos: no contento con violar la Constitución al negarse a escoger el nuevo Fiscal,
hace unas horas Augusto Ibáñez había pedido el desmantelamiento del Consejo Superior de la Judicatura pues éste trata de reparar los daños que él y su gente están haciendo en el terreno judicial.


Ante eso, debemos todos nosotros pedir la renuncia de Augusto Ibáñez y de quienes lo acompañaron en esa absurda maniobra contra la libertad de prensa y de expresión en Colombia.
Ibáñez y su clique son un peligro para la democracia en Colombia.

domingo, 25 de octubre de 2009

Opinion: Creciente avalancha de corrupción ”bolivariana”.


Por: Emilio J. Cardenas*.

Una de las características más típicas de los gobiernos “bolivarianos” es la ola de corrupción que los afecta en todas partes.
Desde hace rato vengo insistiendo que una de las características más típicas (realmente de las que son “esenciales”) de los gobiernos “bolivarianos” es la ola de corrupción que los afecta, en todas partes. Sin límites, ni vergüenza alguna por parte de sus actores. Los casos escandalosos explotan y se acumulan, uno tras otro. Como si no pudieran gobernar sin robar. Pero los políticos “bolivarianos” no se inmutan. La imaginación, en esto, no tiene límite; todo vale cuando de quedarse con lo ajeno (con frecuencia burdamente) se trata.


En toda América Latina, en la extraña ensalada “bolivariana”, la corrupción es el elemento principal y el condimento infaltable. Siguen dos nuevos ejemplos de esto. Otros episodios del mismo tono, en la Argentina y Ecuador, demuestran la verdad de la conclusión antes expuesta.

El paraíso “sandinista” de negocios.
En Nicaragua se llamó -de improviso- a licitación internacional -el 24 de julio pasado- para adjudicar una nueva licencia para brindar servicios de telefonía básica en la llamada “banda ancha”. Además de los que ya brindan, Claro yMovistar, con 270 mil teléfonos fijos. Como en la Argentina, se sospechaba que los “amigos” del gobierno iban a ganar. Era un secreto, a gritos. Y así fue. La oligarquía empresaria que siempre circula en derredor de los gobiernos “bolivarianos”, pegada al poder, estaba al acecho con vasos comunicantes “non santos” con el entorno de Daniel Ortega. Existía, por ello, la creencia que un grupo conformado por oligarcas rusos y “amigos” de Ortega era, en verdad, el “caballo del comisario” en una licitación de aquellas que se hacen “a medida”.


En un proceso plagado de irregularidades, todos los adversarios de ese grupo, uno a uno, fueron siendo eliminados o “desalentados” (esto es advertidos -más o menos discretamente- que el negocio de la telefonía, de riquísimo “cash flow”) “tenía dueño” ya. Incluyendo entre los “desanimados” a empresas serias: como Amnet, Claro y Telefónica. El Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) adjudicó la licitación a la empresa rusa, conectada íntimamente con “empresarios” del “sandinismo” que se asociaron a ella. Minoritariamente. Para “La Prensa” de Managua, se trata de José Mojica Mejía (un antiguo miembro de “Seguridad del Estado” y hombre cercano a la pareja presidencial) y de José María Enríquez Moncada (amigo personal deBayardo Arce, el conocido “asesor” económico de Daniel Ortega), que operan a través de una sociedad anónima. La adjudicataria es: “Yota de Nicaragua”, representada por Alexey Fedchenko. Los accionistas rusos aparecen desde dos sociedades extranjeras constituidas una en Chipre (el “paraíso fiscal” notoriamente preferido por los rusos) y la otra en las Islas Vírgenes. Todo, bien extraño.


Al negocio antes nombrado se suma el de “Albanisa”, una sociedad anónima que es la beneficiaria directa del acuerdo petrolero entre Nicaragua yVenezuela, de mayo de 2007. El 51% de su capital pertenece a PDVSA, y el 49% restante a la nicaragüense “Petronic”. Un hermano de Hugo Chávez, en este caso Asdrúbal, preside “Albanisa”. El Vice-presidente de la empresa es un funcionario del riñón de Daniel Ortega: Francisco López. La Contraloría General de la República dice no poder reglamentariamente fiscalizarla, ni controlarla, desde que funciona “en el marco del derecho privado”. Pese a que se constituyó con recursos públicos. Notable.


“Albanisa” ha comprado los activos de la Distribuidora Nicaragüense dePetróleo (filial de la suiza Glencore), con lo que controla el 100% de la importación petrolera y el 73% de la capacidad de almacenaje local. Y, en el “downstream”, posee la mayor red de estaciones de servicio del país. Con esto, sin mayor esfuerzo, “Albanisa” gana unos 280 millones de dólares-año, manejando un flujo de negocios que “La Prensa” estima es de 600 millones de dólares. Increíblemente rentable como empresa, en torno a la cual -sin fiscalización- transitan inmensos negocios de intermediación, de toda suerte.


El infierno creciente de la corrupción pública boliviana.
En Bolivia, quien fuera Presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún,Guillermo Dalence, está en problemas. Ha sido detenido – preventivamente- por la supuesta compra, con sobreprecios, de una serie de terrenos en la provincia de Germán Bush, que aparentemente valían apenas unos 50.000 dólares, por los que se erogaron, en cambio, más de dos millones de dólares. Flor de “sobreprecio”, que alguno se “metió al bolsillo”.
Ellos debían ser entregados a la empresa india “Jindal”, para que comience la explotación del legendario yacimiento de hierro del Mutún, descubierto en 1848, cuyos estudios para su explotación se realizaron en 1956. Que recién empieza a generar actividad económica sustantiva. El pago fue autorizado por un decreto que lleva las firmas del Vice-presidente, el ideólogo marxista Álvaro García Linera y su Ministra de Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo. Raro, ¿no es cierto?
Una editorial del diario “El Día” sobre el tema comenta que esto pone al gobierno boliviano en una suerte de “campo minado”. Justo cuando se acercan las primeras elecciones nacionales, luego de haberse aprobado una nueva (y caótica) Constitución Política multinacional para el Estado Boliviano. Huele mal, porque ocurre que el propio Evo Morales estaba, aparentemente, al tanto de la transacción. La detención aludida se suma a la de otro hombre muy cercano a Evo Morales: Santos Ramírez, quien, luego de haber sido Ministro de Gobierno, presidiera a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, quien ya está alojado en la cárcel de San Pedro, en La Paz.
Pero no es nunca fácil probar estas cosas en la justicia boliviana, que Moralesparece manejar de cerca. Así lo sugiere la evaporación de 33 camiones que, de pronto, se esfumaron luego de transportar decenas de toneladas de contrabando con rumbo al Brasil. Como si, de pronto, Houdini hubiera sido boliviano. Hace apenas unas horas otra denuncia periodística ha vuelto a conmocionar a Bolivia. Por esas cosas los “bolivarianos” pretenden ponerle una mordaza a los medios. Me refiero a la denuncia formulada por “La Prensa” de La Paz contra la recién nacida: “Petroandina”, una empresa petrolera constituida conjuntamente por Bolivia (YPFB) y Venezuela (PDVSA).
La empresa binacional nació hace apenas unos pocos meses. Evo Morales, con la fanfarria habitual, la puso “en marcha” en octubre del año pasado. Hoy ella contrata por sumas millonarias con empresas “amigas” (pero sin antecedentes) tareas de exploración en el bloque Lliquimuni, en el que (junto con los de Timboye e Iñau) se invertirán unos 160 millones de dólares. Se ha llenado, aparentemente, de gastos suntuarios en sueldos y alquileres para mejorar el “nivel de vida” de sus altos funcionarios, que creen que viven enHouston.


Las denuncias, formuladas por un síndico y tres directores, terminaron en su suspensión como tales (en lugar de en un agradecimiento por la honestidad) y en el despido (como “chivos emisarios”) de altos funcionarios de la planta gerencial. Las cosas lucen horrendas en “Petroandina”. Hasta hay un bloque “fantasma” (inexistente) en el que se iban a emprender “tareas de exploración”. Más de lo mismo en la patria socialista de los “bolivarianos”.


Como en la Argentina, estas cosas se esconden -con frecuencia- tras las operaciones de flexibles y apetecibles “fideicomisos”, cuya particular operatoria queda fuera de las reglas de contralor estatal regular. Por ello “El Día” concluye su crónica de los episodios señalando que “el gobierno de Morales no puede demostrar que los casos de corrupción son aislados”. Están por todas partes, y “pican” demasiado cerca del propio Morales. “Las salpicaduras (continúa “El Día”) parecen tocar toda la estructura”. Y pareciera ser así. Peculiar mundo el de los “bolivarianos”, queda visto. Primero yo, después (eventualmente) el pueblo, al que constantemente declaman “servir”. Así es la corrupción. Una plaga más de las “bolivarianas”. En este caso, una que florece espontáneamente.


*Emilio Cárdenas, ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.




lunes, 19 de octubre de 2009

Opinion: Carter cómplice del socialismo del siglo XXI.

Por: Johana Vera.

Como parte del restablecimiento de las relaciones entre Ecuador y Colombia se ha aceptado la propuesta de mediación de la OEA y del Centro Carter en el nombre de la “imparcialidad” y la busqueda del diálogo. Se apela entonces a la intervencion de entidades que han perdido toda credibilidad para poder llevar un proceso de esta naturaleza. Solo basta recordar el pésimo manejo que ha dado la OEA, liderada por Jose Miguel Insulza, a la crisis política en Honduras, donde siguió el juego dirigido por Hugo Chávez y sus amigos del socialismo del siglo XXI. El centro Carter tampoco ha sido un referente de “imparcialidad” y aunque en recientes declaraciones Jimmy Carter haya admitido sentirse “decepcionado” de Hugo Chávez, para los venezolanos es demasiado tarde, su omisión en objetar eventos electorales de gran relevancia lo ha hecho cómplice de la implementación del régimen autoritario en el vecino país.

El Centro Carter, fundado por el ex presidente de los Estados Unidos, se ha convertido en cómplice de quienes hoy imponen el socialismo del siglo XXI en toda América latina. Pese a su abierta simpatía con personajes de la calaña de Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales, pocos analistas han objetado el pretendido rol de Carter como “garante de la transparencia” de elecciones que tienen lugar en naciones esclavizadas por sus amigos personales.

Según la descripción de su página web, el centro Carter tiene la misión de prevenir y resolver conflictos fortaleciendo la libertad y la democracia. A través de su programa de las Américas, el centro ha extendido sus tentáculos en Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador; es decir, en todos y cada uno de aquellos países en los que a través de fraudulentos procesos electorales e impresentables artimañas políticas, la izquierda ha necesitado desnutrir las instituciones políticas y consolidar “democráticamente” el socialismo del siglo XXI, enmascarando gobiernos con instituciones doblegadas ante la figura presidencial.

Son varias las ocasiones en las que Carter ha participado “avalando” los procesos electorales en América del Sur. Uno de los casos más recordados por los venezolanos fue el proceso de referéndum revocatorio que se realizó el 15 de agosto del 2004, en donde a pesar de que las encuestas a boca de urna daban un claro triunfo a la oposición, Hugo Chávez pudo ratificarse en el cargo. El centro Carter se encargo de certificar la legalidad de dicho proceso haciendo caso omiso a las denuncias de que el sistema de voto electrónico no había sido validado. Investigaciones posteriores de consultores independientes avalados por el ISI (International Statistical Institute) demuestran con rigurosidad científica la imposibilidad del triunfo del chavismo en el referéndum del 2004. Carter termino avalando un proceso en el que se aplicó el recuento electrónico de votos contratado con Smartmatic Corporation, cuyos principales accionistas son cercanos al gobierno del presidente Chávez.

En lo que respecta a Bolivia, Carter no ha ocultado su simpatía con el mandatario Evo Morales, de quien incluso ha aceptado una invitación personal a cosechar hojas de coca durante su próxima visita. La fundación Carter ya ha firmado un convenio para asistir como “observador” en el proceso de empadronamiento biométrico para las elecciones de diciembre próximo, donde el presidente boliviano se postula a la reelección. El modelo que se implementará está basado en la experiencia venezolana, y la empresa adjudicada para el proceso de implementación fue NEC de Argentina, la que curiosamente tiene una “alianza estratégica” con Smartmatic corporation. La presencia del padrón biométrico, la falta de independencia del Tribunal Nacional Electoral y el vínculo con Smartmatic de Venezuela, constituyen por sí mismas una certera garantía de fraude electoral que Carter ha sido contratado para disipar.
En Ecuador, el centro Carter ha avalado los procesos para el referéndum constituyente en septiembre del 2008, y las últimas elecciones del 2009, donde como nunca en la historia se tardaron más de dos meses en proclamar los resultados oficiales. Aunque en Ecuador aún no se ha instalado totalmente el voto electrónico, miembros del consejo electoral han confirmado que en caso de implementarse, tendrá como base el modelo venezolano. De acuerdo a los studios posteriores realizados por la Escuela Superior Politécnica (EPN), en las últimas elecciones presidenciales, la tecnología utilizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue inadecuada, favoreciendo en su mayoría a los candidatos del movimiento oficialista Alianza País. Entre las muchas recomendaciones, los técnicos de la EPN sugirieron no contratar a la empresa Smartmatic para la lectura electrónica de votos.

Está claro que Jimmy Carter y su fundación no representan una observación imparcial de los procesos electorales en América Latina, ya que a pesar de las denuncias realizadas y las demostraciones cientificas, no ha sido capaz de poner en tela de duda la “transparencia” con la que se han llevado a cabo los comicios electorales y en las que sus “amigos” han logrado consolidar el poder para imponer la agenda del socialismo del siglo XXI.

Por lo anteriormente expuesto, resulta verdaderamente preocupante que para el importante proceso de restablecimiento de las relaciones entre Ecuador y Colombia se haya decidido por este tipo de organizaciones en calidad de mediadores.
Es un hecho que tanto la OEA como el Centro Carter no representan garantía de imparcialidad. Aunque ahora Jimmy Carter pretende mostrar cierta “decepción” con el mandatario Venezolano, su cercanía con los gobiernos afines al socialismo del siglo XXI ha resultado demasiado evidente, convirtiéndolo en verdadero cómplice del debilitamiento de la democracia y la pérdida de libertades en los mencionados países.