Para nadie es un secreto que las administraciones de la izquierda han sido lo peor que le ha
podido pasar a Bogotá, y una tras otra, cada vez han mostrado peores caras de
lo que es dirigir una ciudad.
El último de sus
lugartenientes, Gustavo Petro, fue denunciado en mis columnas desde el 2008,
por ejemplo en Gustavo Petro, vida y milagros, mucho
antes que siquiera existiera la tramposa frase: "la Bogotá Humana",
que hizo caer a tantos incautos. Allí, demostré como la psicología de un ex
terrorista con poder, sería muy peligrosa para la democracia y para las
necesidades de libertad y libre mercado que requiere el país. La revista Semana
recientemente hablo sobre las ocho crisis que se invento Petro
para Bogotá, por dar solo un ejemplo del caos en
manos de un paranoico de la izquierda guerrillera.
El actual proceso
de paz, ha mostrado la cara comunista de Juan Manuel Santos, quien ya para el año
1998 había confesado su ideario guerrillero y sus ideas de extrema izquierda en
su artículo Coger el toro por loscachos, donde propone que le poder del país se alterne con los narcoterroristas
para que todos estemos “dentro de la casa” y nadie se quede por fuera.
Las pasadas
elecciones al congreso y para la presidencia mostraron los alcances del
gobierno Santos, quien, al verse perdido, no tuvo ningún reparo en usar todo
tipo de trampas y argucias para inclinar la balanza del sufragio hacia sus
toldas. Los peligros del voto electrónico y los fraudes
electorales son una realidad ahora en Colombia de la mano de Juan Manuel Santos.
Todas las
situaciones mencionadas y otras, como el ataque a la oposición, la falta de
garantías para la democracia y los amaños entre el gobierno santista y los
vecinos partidarios del comunismo disfrazado con el nombre de socialismo del
siglo XXI, que tienen en la quiebra a países como Argentina y Venezuela, han
motivado la marcha del próximo 13 de diciembre, en contra de la impunidad que
se quiere plasmar en los acuerdos de la Habana. Por cierto, estos diálogos se desarrollan
en la cuna del comunismo latinoamericano, donde en el régimen castrista el pueblo vive en la miseria,
mientras los dictadores son protagonistas de la revista Forbes al igual que las
Farc, por su riqueza.
Y
quiero proponer que vayamos más allá en esta cruzada contra el comunismo, debemos
levantarnos a la manera de los
300 de la novela de Frank Miller, estamos en la era de la libertad, y no
podemos perderla, ni la propiedad privada, ni todo lo construido en 200 anos de
sacrificio de la república. Debemos empezar por recuperar a Bogotá, ningún ciudadano
se puede quedar sin entender lo que está pasando en nuestra ciudad de la mano
de los partidos y movimiento de la extrema izquierda: el Polo Democrático, la Marcha
Patriótica, el partido de las Farc, la Unión Patriótica, los pobrecistas, y la
unidad nacional que funciona de acuerdo a las ordenes de la Habana.
Ha
llegado la hora de levantarnos con las armas de la democracia para movilizar a
todos aquellos que están sufriendo el aumento de impuestos, el aumento
desmedido de gasto público en función de la mermelada y la opulencia
presidencial, y los ataques terroristas que hacen caer compatriotas
todos los días, especialmente policías y militares.
Debemos
recuperar a Bogotá, por ser la ciudad en la que el cáncer comunista se ha
implantado y pretendido hacer metástasis al resto de la patria. He decidido
reactivar mi blog como una voz que clama en el desierto, desde donde gritare
sin desfallecer: Libertad.
El
momento es ahora compatriotas.