sábado, 29 de mayo de 2010

Un hombre llamado Antanas.

Por: Rafael Guarin

Antanas Mockus es un sobreviviente de los outsiders de los años noventa. Llegó a la política montado en la misma ola que eligió en Ecuador al “loco Bucaram” y más tarde en Venezuela a Hugo Chávez. A primera vista es difícil de descifrar. No es uribista, ni antiuribista. No es chavista, ni antichavista. En realidad es más bien un liberal, en el sentido clásico, que basa su discurso en el estricto respeto a la ley.

Cuando tratan de encasillarlo en la izquierda o la derecha, siempre se escabulle. Mockus recoge viejos conceptos socialdemócratas como el carácter personal, directo y progresivo de los impuestos, lo que disimula su evidente alineación con la derecha: defiende la conveniencia de la desigualdad para lograr el progreso de los más pobres y rechaza los prehistóricos discursos de izquierda que justifican la violencia y la existencia de la guerrilla, respecto de la cual dijo que “no había nada que negociar”. Gracias a esa singular capacidad para no dejarse etiquetar, no sería raro verlo en segunda vuelta de la mano de dirigentes liberales y recibiendo los votos de miembros del Polo Democrático, ambos partidos que se reclaman de izquierda.

Por otro lado, dice que no llegará a acuerdos con el Congreso a partir de dar representación en el gobierno a los partidos, pero a la vez no tiene la menor idea de cómo va a lograr su apoyo para la aprobación de las reformas que propone. Es una situación difícil, pues cuenta con menos del 5% de los senadores. Si no pacta con los partidos, su programa se quedará en el tintero y si lo hace le dará la espalda a los electores. Con el apoyo ciudadano y para salvar su proyecto, podría caer en la tentación de cerrarlo, ya que cualquier otro mecanismo, incluso una Asamblea Constituyente, debe pasar por el legislativo.

Cuando se ausculta en profundidad salta un mundo de contradicciones. Por ejemplo, en una larga entrevista le pregunté si extraditaría a Álvaro Uribe Vélez a la justicia ecuatoriana por el bombardeo al campamento de Raúl Reyes. Contestó que “si la constitución colombiana… impone la obligación de extraditarlo, lo extraditaría…” y luego matizó: “preferiría no extraditarlo”. En el mismo diálogo confesó su “admiración” por Chávez. Horas después reconoció que se equivocó y corrigió: ya no extraditaría a Uribe y ya no admiraba a Chávez, únicamente lo “respetaba”.

Más allá de eso, su silencio y vacilaciones generan preocupación respecto a la capacidad para enfrentar la amenaza de la revolución bolivariana. Alega prudencia para no pronunciarse sobre ningún tema espinoso que involucre a Chávez. Escudado en ella, ni siquiera rechazó la idea de que Colombia se vincule al ALBA, cuyo objetivo es la construcción y expansión del Socialismo del Siglo XXI. Tampoco ha dicho nada ante las masacres cometidas contra sus compatriotas en Venezuela, menos respecto a su persecución y encarcelamiento arbitrario o con relación al comprobado apoyo del teniente coronel a las Farc y al Eln.

A pesar de eso, la verdad es que el candidato puso a soñar a una parte de Colombia, en especial, a los más jóvenes que no conocieron la pesadilla de la violencia en los años noventa. Además, en este momento, las prioridades son otras, en gran parte, por el progreso conseguido durante los últimos 8 años, especialmente en seguridad. Sin Uribe no existiría el fenómeno Mockus.

El próximo domingo los colombianos elegirán nuevo presidente. Juan Manuel Santos aparece ganando apretadamente en la mayoría de los estudios de opinión. Sus competidores deberán emplearse a fondo para superarlo. Los ciudadanos tendrán que escoger entre la continuidad del legado de Álvaro Uribe y este hombre llamado Antanas, sinónimo de esperanza para algunos, pero también de incertidumbre y miedo para otros.

Fuente:
www.politicayseguridad.blogspot.com

jueves, 27 de mayo de 2010

EL ATAJO TRIBUTARIO DE MOCKUS.


Por: Jaime Restrepo.

Cuando un gobernante anuncia que aumentará los impuestos, está enviando varios mensajes sobre su gestión.

El primero, parece de Perogrullo, es que los recaudos no alcanzan para cubrir las necesidades del Estado. Sin embargo, el asunto no es tan simple. En Colombia se viene insistiendo en la amenaza que implica la corrupción para las finanzas públicas y su nefasta influencia tanto en el deterioro de la redistribución, como en el rezago del país en términos de infraestructura, inversión social, educación y salud. Básicamente se afirma, con mucha razón, que el Estado podría tener un mejor desempeño, de no ser por la devoradora corrupción que nos agobia.

Todo lo anterior significa que los recursos sí existen, pero se desvían y agotan dejando sin financiación las labores mínimas del Estado. También implica que el Estado tendría más recursos disponibles si se combatiera la evasión (que es una forma atroz de corrupción) y se trabajara con ahínco en la recuperación de las deudas a favor del Estado. Ante esta disyuntiva, el gobernante tiene dos alternativas: combate la corrupción o acude a la decisión facilista de incrementar los impuestos.

Cuando Mockus habla de subir los impuestos mediante una radical reforma tributaria, está aceptando que sus proclamas sobre el combate a la corrupción y la legalidad son simples arengas electorales que carecen del peso suficiente para enfrentar ese monstruo, pues lo que pretende es conseguir más recursos para emprender su “programa de gobierno”, sin tocar la tajada que se roba la corrupción.

El candidato verde asegura que hay que incrementar el impuesto de renta y el predial, porque según él, medio país los tiene rezagados; reducir la cantidad de tarifas de IVA y elevarlas y suprimir exenciones. Luego, Mockus anuncia que hay que “conseguir más recursos para invertir al menos la mitad del gasto público en corregir desigualdades” y puntualiza: “La carga tributaria está entre el 16 y el 18 % del PIB […] Yo creo que hay que elevarla, por lo menos, al 23 %”.

La propuesta de Mockus muestra un gran desprecio por los colombianos que efectivamente tributan, al tiempo que evidencia su intención de no tocar los elementos estructurales que permiten la difícil situación tributaria en Colombia.

Antes de subir impuestos, la primera decisión de un gobernante responsable, difícil porque requiere voluntad política, estrategias y equipos sólidos; es que el Estado emprenda la tarea de combatir la evasión de impuestos, al tiempo que asume la misión de recuperar la cartera morosa en materia tributaria.

Ciertamente lo anterior es titánico, pero es más honrado que meter la mano en los bolsillos de los contribuyentes cumplidos, que muchas veces tienen que hacer grandes sacrificios para pagar los impuestos. Según los cálculos del Banco de la República, la tasa de evasión tributaria de personas naturales se ubica alrededor del 35 % y en el caso del IVA la evasión es del 32 %.

Sobre el particular, Sergio Clavijo escribió un trabajo titulado Tributación, equidad y eficiencia en Colombia, en el que sostiene que “solo a través de una mayor transparencia y equidad tributaria será posible equilibrar la frágil estructura de recaudos que se tiene hoy día”.

En el documento, Clavijo asegura que “solo cerca de 700 mil personas declararon renta, lo que significa que menos del 5 % de los trabajadores enfrenta una revisión potencial de sus cuentas tributarias con el Estado". Además, agrega Clavijo, “los asalariados del sector formal enfrentan un sistema ineludible y, además, lleno de inequidades”.

Otro asunto al que un gobernante responsable y escrupuloso le daría prioridad, mucho antes de aumentar los impuestos, es el tema de la nefasta estructura tributaria para las pensiones, pues es una fuente de evasión y corrupción. En 2004, el gobierno Uribe propuso una tabla de gravámenes que solo afectaba las pensiones que superaran los cinco salarios mínimos, quedando excluidos del gravamen el 80% de los pensionados de Colombia. Sobre el particular, los cálculos indicaban que de los 800 mil pensionados existentes, menos de 160 mil se verían afectados con la medida y de estos, tan sólo mil (¡sí, sólo mil, o el 1 %!) podría verse afectado por tasas de gravamen superiores al 23%, por el hecho de superar los 25 salarios mínimos legales.

¿Por qué no prosperó esta medida? Por la corrupción que evidentemente Mockus no quiere tocar. Esta corrupción la explica Sergio Clavijo:
“Lo que ha ocurrido es que dentro de esta minoría –los de 25 salarios mínimos legales– se encuentran principalmente congresistas, altos magistrados y altos ex funcionarios públicos que se verían afectados, pero que indudablemente deberían tener el ánimo de contribuir a mejorar la distribución del ingreso, así el total de recaudos por esta vía no supere el 0,2 % del PIB.”
El tema de la evasión no sólo surge del ciudadano. Otro gran aporte lo hacen las instituciones judiciales como la Corte Constitucional, que impidió reportar a los deudores morosos con la DIAN, en las centrales de riesgo.

Todo lo anterior, concluye Clavijo, “indica que Colombia tiene un gran potencial de recaudo si llegara a afinar sus controles tributarios y moderara sus generosos e inequitativos alivios tributarios”.

¿Si Colombia tiene un gran potencial de recaudo, simplemente afinando los controles y moderando los alivios, cuáles son los motivos de Mockus para proponer una durísima alza de impuestos?

Las reformas tributarias no mejoran los recaudos

En 2001, la Contraloría General de la República señaló que las últimas 12 reformas tributarias realizadas entre 1970 y 2000, solo incrementaron el recaudo tributario en dos puntos como porcentaje del PIB, lo que demuestra que dichas reformas no han logrado un crecimiento sostenido del recaudo, suficiente para financiar el gasto.

En un excelente trabajo titulado Los métodos para medir la evasión de impuestos: una revisión, publicado por el Observatorio de la Economía Latinoamericana, los autores sostienen que el bajo recaudo se explica por “la evasión de aquellos contribuyentes que no encuentran ningún incentivo para tributar (bien sea porque no lo consideran su deber, porque no están dispuestos a financiar al Estado o porque no esperan ser descubiertos y sancionados), por la evasión como estrategia para competir con quienes evaden, por los efectos negativos de las altas tarifas y además por la pérdida de recaudo generada en las múltiples exenciones. Todo esto se refleja en una baja disposición de los contribuyentes a cumplir voluntariamente”.

Cartera morosa

En Colombia, la cartera morosa con el Estado llegó, en 2009, a 23.8 billones de pesos, según la Contaduría General de la República. El informe señala que mientras las deudas morosas a favor del Estado aumentaron, su promedio mensual de recuperación por parte de las distintas entidades del Estado disminuyó en un 74.92 %. Es más: en total 357.543 personas naturales le adeudan al Estado $16.9 billones de pesos, en tanto que 76.543 personas jurídicas le adeudan $ 6.9 billones de pesos, para un total de $ 23.8 billones de pesos.

En la DIAN, la lista de morosos también es larga. Las obligaciones vencidas, que corresponden al pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto de Renta, Retención en la Fuente y tributos aduaneros suman en total 2,5 billones de pesos.

Mockus no habla de la evasión, ni de las pensiones exentas, ni de la enorme cartera morosa: él propone aumentar los ingresos por la vía de una reforma tributaria, que seguramente será una más de las muchas que se han hecho en Colombia y que no han funcionado.

En el fondo, la receta Mockus es un atajo para tener más recursos y disimular el enorme desfalco que comete la corrupción contra el erario.

Tomado de:Atrabilioso
http://www.atrabilioso.blogspot.com/2010/05/el-atajo-tributario-de-mockus.html

miércoles, 26 de mayo de 2010

Hay un complot internacional contra Colombia, a pocos días de las elecciones.




A pocos días de celebrarse las elecciones presidenciales en Colombia, el presidente de Unoamérica, Alejandro Peña Esclusa, asegura que el foro de Sao Paulo ha puesto “en marcha una masiva campaña para desestabilizar al gobierno de Álvaro Uribe y para incidir indebidamente sobre los comicios”. Resalta 9 aspectos que evidencian su denuncia.


Noticiero Digital.- A pocos días de celebrarse las elecciones presidenciales en Colombia, el presidente de Unoamérica, Alejandro Peña Esclusa, asegura que el foro de Sao Paulo ha puesto “en marcha una masiva campaña para desestabilizar al gobierno de Álvaro Uribe y para incidir indebidamente sobre los comicios”. Resalta 9 aspectos que evidencian su denuncia:

1. El 24 de mayo pasado, el mayor colombiano (retirado) Juan Carlos Meneses dio declaraciones desde Argentina vinculando al hermano del presidente Álvaro Uribe con grupos paramilitares. Meneses ha sido acusado en reiteradas oportunidades de diversos crímenes, entre ellos, porte y fabricación de estupefacientes.

2. El 25 de mayo, el Director de la Policía de Colombia, general Oscar Naranjo, denunció un acuerdo entre Meneses y capos del narcotráfico para desprestigiar al gobierno de Uribe.

3. Las declaraciones de Meneses fueron reproducidas por el diario argentino Página 12, que dirige el ex terrorista montonero y simpatizante de las FARC, Horacio Verbitsky. También fueron difundidas por la cadena de televisión chavista Telesur.

4. Pese a los antecedentes criminales de Meneses, sus declaraciones fueron avaladas por el intelectual izquierdista y Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien se refiere a Fidel Castro como “el más grande estadista que hoy tiene el mundo”. Pérez Esquivel trabaja con Hugo Chávez.

5. Coincidiendo con la visita de Chávez a la Argentina, Pérez Esquivel reunió un grupo de supuestos juristas, dizque para analizar las declaraciones de Meneses. Los “juristas” tomaron como válidas las afirmaciones de Meneses y anunciaron medidas legales contra el gobierno colombiano.

6. El escándalo suscitado por Meneses y amplificado por los aliados de Chávez ha tenido amplia repercusión en los medios colombianos, justo antes de que se realice la primera vuelta electoral.

7. Simultáneamente, está en marcha una operación, apoyada por sectores izquierdistas de Colombia, para acusar al presidente Álvaro Uribe y al ex Ministro de la Defensa, Juan Manuel Santos, por delitos de lesa humanidad, ante la Corte Penal Internacional.

8. Estas maniobras han sido precedidas de duras declaraciones de Hugo Chávez y Rafael Correa en contra de un posible triunfo electoral de Santos, amenazando con cortar relaciones comerciales y diplomáticas con Colombia. Como es sabido, los computadores incautados a Raúl Reyes y un video del “Mono Jojoy”, revelan los vínculos de Chávez y Correa con las FARC.

9. Mientras Uribe y Santos se ven obligados a defenderse de estos ataques fabricados, el Movimiento Socialista Bolivariano (MSB) de Colombia, vinculado a Hugo Chávez, anunció que apoyaría al candidato Mockus en la segunda vuelta. Por su parte, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hace campaña a favor de Mockus en la frontera colombo venezolana. El conocido escritor Carlos Alberto Montaner denunció públicamente que Mockus es el candidato de Chávez.

Esto es apenas un breve resumen de una maniobra mucho más amplia, cuyo objetivo es extorsionar y manipular a los colombianos para afectar negativamente el proceso electoral. Esperamos que el pueblo de Colombia no caiga en la trampa y siga respaldando la Política de Seguridad Democrática, la cual ha servido para derrotar el narcoterrorismo en ese país.

http://www.noticierodigital.com/2010/05/pena-esclusa-hay-un-complot-internacional-contra-colombia-a-pocos-dias-de-las-elecciones/

viernes, 21 de mayo de 2010

Mockus no logró ocultar su chavismo.



Por: Eduardo Mackenzie

Después de tratar de virar hacia el centro para ganar puntos ante un electorado fastidiado por sus lapsus y sus indecisiones, y de montar la comedia de la disputa con Gustavo Petro, de quien no aceptará, dice, apoyos ni alianzas pues éste “defiende teorías que directa o indirectamente justifican la violencia” (ya veremos cómo ese vino se transforma en agua dentro de unos días), el candidato verde, vuelve a su verdadera religión: a sus embelecos por el ogro de Caracas y al entreguismo distanciado ante las Farc.

Antanas Mockus y Gustavo Petro juegan a hacerse los enemistados. Empero, sus convergencias políticas siguen allí y desnudan sus planes. Mockus y Petro son los únicos candidatos que, ante el tema del diálogo con “la guerrilla”, exigen lo mínimo: sólo abandonar el secuestro. Ellos dos reducen el problema del terrorismo subversivo al secuestro, cuando la acción criminal y depredadora de las Farc es mucho más vasta y ambiciosa. Pero ni Mockus ni Petro quieren ver la dimensión real del problema, pues eso molestaría al caudillo de la revolución bolivariana.

En Caracas, la nueva teoría para fomentar la “revolución” en Colombia parte de eso: de la exigencia mínima. Las Farc quieren volver a su viejo esquema que les dio tan buenos resultados en el pasado: diálogo en medio de la guerra. Diálogo, no para hacer la paz, sino para ganar tiempo, ocupar el terreno mediático y, sobre todo, para salir de la lista europea de organizaciones terroristas, y poder montar oficinas farianas en las capitales extranjeras, de la mano de las embajadas venezolanas. Es decir, volver a la situación de 2001, o a algo peor.

Eso es lo que está exigiendo en esos días, precisamente, Piedad Córdoba en Europa. En la capital española ella dijo: “Las Farc y el Eln tienen que ser sacados de la lista de ‘terroristas’ para que nosotros podamos avanzar hacia la discusión de la salida política y negociada al conflicto”. Como su auditorio es cada vez más reducido, ella no vaciló en insultar a todo el mundo. Dijo que “España alimenta la guerra en Colombia para defender los intereses económicos de las multinacionales”. La Unión Europea no escapó a su lengua viperina pues la acusó “apoyar el exterminio y las desapariciones” en Colombia. (Ver http://www.agenciapensamientocritico.blogspot.com/)

El candidato de los Verdes retoma, pues, unas tesis que están más en tono con los escenarios que Caracas está preparando. Y él aspira hacer eso discretamente, con sus frases habituales, para no irritar al electorado de centro y a los uribistas. ¿Lo logrará? Mockus declara, por ejemplo, que no cree que Hugo Chávez sea un “cínico”. Qué horror siquiera pensarlo, dice. Y anuncia que si él gana la elección invitará a ese personaje a su posesión. Mockus parece decirnos que con gestos de concordia él aplacará al presidente venezolano. La sugerencia que hay detrás de todo eso es transparente: fue Álvaro Uribe quien con su política “de guerra” enfureció al buen hombre de Caracas. Todo sabemos, sin embargo, que éste le juró la guerra a la democracia colombiana desde antes de 2002.

El profesor Mockus lanzó otras perlas, para que los verdes y la izquierda no se dividan: dijo que ve los “falsos positivos” como un “flagelo”. ¿Por que utilizó esa palabra en su mitin de Soacha? Porque flagelo quiere decir azote o calamidad prolongada. No otra cosa es lo que predica Piedad Córdoba en Europa. ¿Mockus tiene esa visión: los falsos positivos son una política “de Estado”, una obra siniestra y continuada pues el Ejército no lucha contra las bandas armadas ilegales sino contra civiles desarmados?

En otro acto, el 17 de mayo, al responderle a un periodista ecuatoriano sobre el proceso que quiere montarle el juez de Sucumbios al ex ministro y candidato Juan Manuel Santos, Antanas Mockus evadió el tema en sí pero ofreció, como siempre, una respuesta indirecta. Según El Tiempo, Mockus dijo que él no habría hecho ese ataque. Y agregó esta frase: “El que usted cometa un atentado contra la vida de civiles inermes con fines supuestamente altruistas, eso, que el mundo antes veía con ojos benignos, eso se acabó (…) ya no encontrarán ustedes legislación que diga, oiga el tipo lo hacía por buenas intenciones, la gente paga por lo que hace, no por la intención con que lo hizo”.

Esa frase constituye, en mi opinión, el análisis más inepto que se haya hecho hasta hoy de lo ocurrido el 1 de marzo de 2008 en Angostura, Ecuador. En la frase de Mockus, el ataque a la columna de Raúl Reyes se transforma en un “atentado”, los guerrilleros que se encontraban con él son mostrados como “civiles inermes”, y el motivo del bombardeo es calificado de “supuestamente altruista”, es decir no altruista. Mockus insiste en un punto: allí no hubo “buena intención”. La deducción que salta a la vista es obvia: para Mockus lo de Angostura fue una acción criminal.

Pero eso no es todo. Lo más grave es lo que sigue. Si Antanas es consecuente con eso de que “la gente paga por lo que hace, no por la intención con que lo hizo”, el presidente Uribe, el ex ministro Santos y los altos mandos de las Fuerzas Militares colombianas, serían extraditados por él a Ecuador pues deben “pagar” el ataque a Reyes, un hecho criminal y no una buena intención. El lapsus calami del otro día no fue gratuito.

Esa es la visión real que el candidato verde tiene del operativo contra el número dos de las Farc en Ecuador y del proceso que quiere montarle el presidente Rafael Correa (y muy seguramente Hugo Chávez) a la dirigencia colombiana, como quedó visto en la cumbre UE-América Latina de Madrid, donde Rafael Correa respaldó totalmente la maniobra pseudo judicial de Sucumbios.

Llama la atención el hecho de que esas declaraciones fueron hechas, precisamente, cuando la prensa brasileña y colombiana denunciaron la existencia en Brasil de campamentos estables de las Farc. En ese marco, las perlas lanzadas por el candidato verde cobran gran significado. Mockus podría haber dado una opinión menos categórica frente al caso de Angostura. Mockus, por el contrario, se comprometió por anticipado: “Yo nunca habría hecho el ataque”. Esa postura imprudente es una promesa, un mensaje que las Farc captarán: ellas podrá seguir construyendo bastiones en Venezuela, Ecuador y Brasil, pues un eventual gobierno de Antanas Mockus no moverá un dedo. Si él es presidente no se hará nada, fuera de frases confusas, para contrariar esa estrategia. Desde allá, las Farc podrán pues montar otros campos de cautiverio y muerte para los secuestrados, traficar con drogas, armas y explosivos, y preparar ataques contra Colombia, pues el gobierno de la “legalidad democrática” los dejará tranquilos.

Antanas Mockus dejó ver hasta dónde está dispuesto a hacer malabarismos con la seguridad nacional colombiana. En entrevista con El Comercio, dijo que si fuera presidente él entregaría al gobierno de Ecuador los computadores del ex jefe guerrillero Raúl Reyes: “Realizaremos la cooperación internacional que sea necesaria, siempre exigiendo garantías sobre el uso y el manejo de la información contenida en los computadores. La información no puede terminar en malas manos”. ¡Valiente precaución! También Antanas cedió ante Rafael Correa cuando éste acusa a Colombia de “no controla su frontera”. Mockus dijo: “El reclamo del presidente Correa es válido”. Y, para mostrar que un verde puede ocultar un rojo, agregó que el proyecto “socialista” del presidente Correa “aborda muchas de las preocupaciones que actualmente tenemos en Colombia”. Finalmente, respecto de Unasur, el fracasado armazón sectario que pretende excluir a Estados Unidos de los asuntos del hemisferio, Mockus prometió que él trabajará para “fortalecer” ese organismo. Todo ello confirma que el periodista Carlos Alberto Montaner tiene la razón cuando dice: “Mockus es el candidato de Chávez”.

http://www.hacer.org/latam/?p=3281

Fuente: Debate Nacional (Colombia)

jueves, 20 de mayo de 2010

LA SOCIEDAD CIVILIZADA FRENTE A LA DEMAGOGIA Y EL POPULISMO.


Por Angel Fernandez
May 20, 2010 ⋅

Las Elecciones Presidenciales 2010 en Colombia serán cruciales para dilucidar si la sociedad civilizada sigue extendiéndose por el país andino o, por el contrario, si cae presa de la demagogia del comunismo bolivariano o del populismo, que tan frecuentemente destruyen la creación de riqueza en Sudamérica.

Hace tiempo que analizamos la necesidad de Apoyo Internacional a Colombia para que las raíces del desarrollo socioeconómico se asentasen en la democracia parlamentaria de un país esplendoroso por sus recursos naturales y, por el carácter alegre, vital y emprendedor de sus gentes.

En el siglo XVIII, Adam Smith, máximo exponente de la escuela escocesa de economía, ya señaló las directrices para lograr La Riqueza de las Naciones. Y, en estos momentos, cualquier visitante puede comprobar como, el presidente Álvaro Uribe ha garantizado la seguridad exterior frente a la amenaza totalitaria de la dictadura comunista de Hugo Chávez, la seguridad interior frente al narcoterrorismo de las FARC, y la seguridad jurídica con tribunales independientes que proporcionan certidumbre a los inversores y a los ciudadanos mediante la protección de las propiedades y de la libertad de elegir.

En los últimos años, las infraestructuras han mejorado indudablemente con pueblos, presas, centrales de energía, carreteras o autopistas de peaje protegidas por el ejército colombiano, que alejan las acciones narcoterroristas a los rincones más inhóspitos de las fronteras con Ecuador y Venezuela y, que permiten garantizar las comunicaciones entre las principales ciudades, haciendo avanzar la civilización frente a la anarquía de los grupos armados.

La política de seguridad democrática es lo mínimo que debe garantizar un Estado de Derecho, digno de tal nombre, ya que permite que se puedan ejercer las libertades individuales, el derecho de propiedad, el cumplimiento de los contratos y, por supuesto, también consigue que se asienten los servicios de salud con clínicas y hospitales que alcancen a la mayoría de la población y, logra que existan servicios de educación con colegios y universidades que ofrecen la oportunidad de progresar a los ciudadanos con su esfuerzo, mérito y capacidad, sin quedar sometidos a los caprichos de las acciones de sabotaje terrorista.

Los fundamentos del crecimiento económico han enraizado en Colombia y permiten que la mayoría de la población tenga oportunidades de emprender. Cualquier visitante puede comprobar como el progreso socioeconómico está avanzando en Colombia y, como la seguridad permite que exista un incremento medio anual del PIB del 4 % en los últimos 10 años, con una prosperidad socioeconómica que queda reflejada en su liderazgo en exportaciones a los demás países andinos.

Lamentablemente, todavía queda mucho esfuerzo que realizar, y la existencia de grandes bolsas de pobreza en las grandes urbes, permite que la demagogia y el populismo consigan muchos votos en las grandes urbes como Bogotá (9 millones de habitantes), Cali (3,5 millones), Medellín(2,5 millones) o Cartagena (1,5 millones). El principal desafío del próximo Gobierno debería ser mejorar las infraestructuras en los asentamientos donde se asientan los desplazados en la periferia de las ciudades. Comúnmente se denominan “invasiones” y agrupan a miles de emigrantes que abandonaron el campo y se dirigieron a la ciudad, para escapar de los caprichos de los grupos narcoterroristas y disfrutar de una mayor seguridad, lo que les permite seguir una vida normal sin tener que preocuparse de que un grupo violento les haga “desaparecer”.

Sin duda, las Elecciones Presidenciales 2010 son esenciales para el sostenimiento de un Estado de Derecho en Colombia, de modo que se protejan eficientemente la propiedad privada y las libertades de los ciudadanos. Y son cruciales para aportar una referencia democrática que ayude a proporcionar estabilidad geopolítica a la región andina, y que siga generando crecimiento socioeconómico frente a la ruina y decadencia de Venezuela.

Los ciudadanos colombianos deben ser cautos y recordar la situación de inseguridad que existía hace apenas una década y, desde luego, deben evitar caer en procesos de involución institucional que destruyan la democracia parlamentaria mediante el ataque sistemático de sus pilares fundamentales como la libertad de prensa, la propiedad privada, las elecciones libres, la separación de poderes o la independencia judicial.

Cuando se acerquen a las urnas para depositar su voto, deben evitar los candidatos que estén vinculados a partidos políticos que defiendan utopías o experimentos sociales “colectivistas” y deben ser prudentes, ya que el posible éxito electoral de un político demagogo, populista y utópico puede llevar a que Colombia quede nuevamente presa de la inseguridad narcoterrorista o peor, quede secuestrada por el totalitarismo del presidente venezolano Hugo Chávez que, con la ayuda de su Alternativa Bolivariana y sus petrodólares, ya ha logrado ampliar la revolución comunista a otros países andinos como Ecuador y Bolivia.

Tomado de: http://www.hacer.org/latam/?p=3273

martes, 18 de mayo de 2010

Montaner afirma “Mockus es el candidato de Chávez”


Por Ricardo Angoso
May 18, 2010

Chávez hará todo lo que esté a su alcance para evitar que Juan Manuel Santos gane la presidencia y prolongue la exitosa estrategia que Uribe de “seguridad democrática” puso en marcha contra las narcoguerrillas comunistas. Su candidato es Mockus. No porque éste suscriba sus ideas, sino para que pierda Santos. Chávez está interviniendo en los asuntos internos de Colombia y lo seguirá haciendo después de las elecciones.

Carlos Alberto Montaner es, seguramente, el disidente cubano más conocido, la voz intelectual, sincera y rigurosa del anticastrismo. Periodista y escritor, Montaner fue cuatro años catedrático de literatura en la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Ha sido profesor, investigador y también escritor. En los últimos tiempos, es conocido, sobre todo, por su actividad periodística y su columna aparece semanalmente en docenas de publicaciones de Europa, América Latina y Estados Unidos. Más de seis millones de personas le leen en todo el continente. Desde 1970 reside en Madrid, donde le entrevistamos antes de la Cumbre de Madrid entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe. Una entrevista que es la continuación de otra mantenida por este mismo periodista hace ya más de una veintena de años, que no son nada, en opinión del cantante de tangos Carlos Gardel.

Ricardo Angoso: ¿Cómo examina la próxima Cumbre de Madrid?

Carlos Alberto Montaner: América Latina interesa poco en Europa. Los lazos económicos y políticos son escasamente importantes. España hace cierto esfuerzo por convertirse en el gran interlocutor de la región en Europa, pero la diplomacia española se ha desacreditado ante muchas cancillerías de la UE por sus esfuerzos absurdos encaminados a tratar de eliminar la posición común europea frente a la dictadura cubana. Además, en Europa no hay simpatías para algunas de las estrellas mediáticas latinoamericanas: Hugo Chávez, Evo Morales, Raúl Castro, Daniel Ortega. La excepción es Lula da Silva. En todo caso, esas Cumbres se concibieron para anudar los lazos entre Europa y América Latina, pero los gobernantes del llamado Socialismo del siglo XXI las utilizan para sus campañas propagandísticas antioccidentales.

R.A.: ¿Y la “deferencia” de Moratinos con el bloque chavista para que Honduras tenga una presencia de segundo orden como lo valora?

C.A.M.:Objetivamente, Moratinos se no se comporta en América Latina como un verdadero demócrata. Me parece lamentable que la cancillería española haya aceptado participar de la humillación a Honduras. El presidente Porfirio Lobo fue electo en unas elecciones libres y obtuvo la mayor votación que cualquier candidato hondureño haya recibido en los últimos cincuenta años. Como señaló el analista Moisés Naim, es inconcebible que alguien como Lula da Silva pida la exclusión de Honduras de la Cumbre madrileña y dé por buenos los comicios iraníes y reciba con besos y abrazos a Ahmadineyab, mientras condena y no acepta las elecciones hondureñas. Los otros dos líderes que encabezaron el ataque al legítimo gobierno de Honduras son nada menos que el golpista Hugo Chávez y Daniel Ortega, el ex dictador sandinista que todos los días viola la constitución de su país.

R.A.:¿Cree que la interferencia del régimen chavista en las elecciones colombianas irá más allá?

C.A.M.:Sí, Chávez hará todo lo que esté a su alcance para evitar que Juan Manuel Santos gane la presidencia y prolongue la exitosa estrategia que Uribe de “seguridad democrática” puso en marcha contra las narcoguerrillas comunistas. Su candidato es Mockus. No porque éste suscriba sus ideas, sino para que pierda Santos. Chávez está interviniendo en los asuntos internos de Colombia y lo seguirá haciendo después de las elecciones.

R.A.:¿Y en Honduras, cómo ve el proceso, está cerrada la crisis?

C.A.M.:Por ahora, sí, pero no de manera permanente. Zelaya está jugando a la desestabilización del país con la ayuda de Chávez y eso no es difícil en donde se conjugan dos elementos muy explosivos: unas extendidas mafias de delincuentes juveniles, allí llamadas “maras”, y una pobreza muy extendida.

R.A.:España sigue creyendo que el diálogo es el camino con la Cuba de Castro, ¿acierta o está en la peor de las direcciones, como suele ser?

C.A.M.:El gobierno de los Castro le ha tomado el pelo a España desde la época de Franco. Está probado que la mejor estrategia frente a la dictadura cubana es hablar claro, denunciar lo que sea censurable, apoyar a los demócratas de la oposición y no admitir ninguna suerte de chantaje. Los gobiernos norteamericanos que adoptaron esa política de firmeza tuvieron menos conflictos con Cuba. Reagan y los dos Bush, por ejemplo. Sin embargo, en épocas de Lyndon Johnson, Jimmy Carter y Bill Clinton, mucho más contemporizadores, La Habana desató éxodos salvajes contra el estado de Florida.

R.A.:Hace 20 años le entreviste en Madrid, ¿cómo está la Cuba de hoy? ¿No ha cambiado nada?

C.A.M.:Sí, hay algunos cambios, pero no son fácilmente observables. Hace 20 años Fidel Castro, tras el derrumbe del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS, aseguró que salvaría al comunismo y en el orden material lograría un modelo mucho más productivo en un plazo de cinco o seis años. Hoy el país está en una situación deplorable, vive de la caridad de Hugo Chávez, y ya caso nadie dentro de la estructura de poder cree en el colectivismo o en las supersticiones marxistas. El régimen se sostiene por inercia y a palo y tentetieso. La necesidad de un cambio radical es ya un clamor en la sociedad cubana. Cuando se produzca la coyuntura adecuada el régimen será transformado en otra cosa totalmente diferente.

R.A.:El modelo de democracia occidental parece amenazado en América Latina, ¿cuáles cree que son los próximos desafíos?

C.A.M.:Salvo Uruguay, Chile y Costa Rica, hablando del continente, la democracia pende de un fino hilo. Hay dos desafíos clave en la región y están íntimamente ligados: propiciar fórmulas de desarrollo con equidad que rescaten de la pobreza a decenas de millones de personas y conseguir que los gobernantes y los gobernados se sometan al imperio de la ley para que se reconcilien la sociedad y el Estado. Mientras lo que llamamos Estado de Derecho, y lo que calificamos como economía libre de mercado no funcionen con cierta eficiencia, la democracia estará en peligro en América Latina.

R.A.:Estados Unidos parece menos implicado en los asuntos del continente, ¿cómo juzgaría su posición tras la llegada de Obama al poder?

C.A.M.:Vuelve a ponerse de moda una vieja frase: benigna negligencia. Pero eso no tiene mucha importancia. Ya se sabe que ni Estados Unidos ni Europa pueden imponer el buen gobierno en América Latina. En todo caso, hay un componente neurótico en eso de siempre estar esperando de Estados Unidos la solución de los problemas latinoamericanos. Jamás he visto a un presidente suizo preocupado porque Estados Unidos no le presta atención al país.

R.A.:¿Cuáles serían, a su entender, los próximos retos de América Latina en el plano político?

C.A.M.: La democracia en el continente pende de un fino hilo, no está firmemente asentada, salvo excepciones: Costa Rica, Chile y Uruguay. Los retos están claros. Consolidar la democracia, lo que significa fortalecer a los partidos políticos, multiplicar los acuerdos de libre comercio y acelerar los procesos de transferencia tecnológica y adquisición de capital para poder acercarnos a los modos de producción y a los patrones de consumo del primer mundo.

R.A.:¿Hacia dónde va América, en general, se afianzará la preponderancia actual del bloque que lidera Venezuela en detrimento del modelo occidental?

C.A.M.:No creo. El circuito de países del llamado Socialismo del Siglo XXI es muy frágil. Chávez es el peor gobernante que ha conocido Venezuela, pese al río de petrodólares que le ha entrado al país. Además, han creado una cadena de interdependencia que los hace más débiles. Han tratado de forjar una especie de mini “campo socialista” para enfrentar colegiadamente a sus supuestos enemigos, especialmente a los yanquis, pero eso los hace más vulnerable. Por ejemplo, lo probable es que si Chávez sale del poder, por el medio que sea, el gobierno de Raúl Castro entra en crisis. Y viceversa. Por una vez, en la unión está la debilidad.


Tomado de: http://www.hacer.org/latam/?p=3229
Fuente: Unoamerica http://www.unoamerica.org/unoPAG/noticia.php?id=902

jueves, 13 de mayo de 2010

La imprudencia de desconocer a Chávez.


Por: Miguel M. Benito
May 13, 2010 ⋅

En la columna Mi arma es más larga que la tuya publicada en diario El Espectador el pasado 8 de mayo de 2010 Felipe Restrepo Pombo pensaba una pausible reunión del eje bolivariano continental, en la que Evo, Cristina, Rafael y Daniel se verían obligados a escuchar alguna larga perorata, de esas a las que acostumbra, de Hugo Chávez. Muy en la línea de los populares vídeos de Internet de La Isla de los Presidentes, (si no los han visto, háganlo). Supone el señor Restrepo Pombo que uno de los temas favoritos del líder venezolano debe ser su armamento. Todo ese aparataje bélico que ha comprado y que exhibe en cuanto le dejan. Las implicaciones psicoanalíticas de esto, también eran apuntadas en aquella columna.

Pero tras la parte jocunda –al menos en apariencia- de su texto, el columnista pasaba a hacer algunas reflexiones aplicables a la actualidad colombiana, o por decirlo con absoluta claridad, a las elecciones presidenciales. Las conclusiones a las que llegaba eran muy similares a las de Rudolf Hommes en la columna Lecciones equivocadas de la historia publicada el 30 de abril de 2010 en el diario El Tiempo.

Ambos se alineaban con claridad en apoyo decidido de Antanas Mockus, validando las palabras del candidato verde de que con Chávez aplicará prudencia y diplomacia para restañar las maltrechas relaciones binacionales. Suena bien ¿no? La receta es buena si no fuera porque no atiende a lo que ha sido la historia reciente.

En ese alineamiento de los columnistas con Mockus –muy común estos días, como ha revelado un artículo de la revista Semana-, se incurre en ciertas dosis de tremendismo: “o Mockus o la guerra”. Más o menos es lo que dicen Restrepo Pombo y Hommes. Tras rápido repaso de las declaraciones de todos los candidatos presidenciales, concluyo que ninguno incluye entre sus propuestas de gobierno la guerra con Venezuela. De hecho, todos han hablado de la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales. Pero, eso sí, partiendo del respeto que el gobierno de Venezuela debe mantener a las decisiones soberanas de los colombianos y a la conducción de sus asuntos internos. Y, tirando de hemerotecas, podemos ver que las palabras del canciller Bermúdez sobre las relaciones colombo-venezolanas invariablemente ante casi cualquier incidente han sido -¿adivinan?-: diplomacia y prudencia.

O sea que la posición del Profe Mockus es un lugar común a toda la clase política colombiana. Respuesta que no compromete, suena bonita, y parece apropiada para una competencia de reinas de belleza. Para ser alguien de una brillantez tan gigantesca como nos dicen sus aduladores posee el antiguo alcalde de Bogotá, ha dicho exactamente lo mismo que sus vulgares contendientes –según opinión de los mismos analistas para nada imparciales-. Pero sin una explicación detallada sobre cómo va a distender las relaciones con Venezuela se queda en salto al vacío. Lo que en política exterior es una imprudencia.

Felipe Restrepo Pombo parece olvidar dos elementos que es mejor no olvidar. Primero, que los sobresaltos en las relaciones bilaterales han sido mayoritariamente provocados por el caudillo Hugo Chávez. Y, la opción “diálogo, diplomacia y prudencia”, la bienintencionada propuesta de de Mockus, no ha tenido mucho éxito hasta la fecha. Lógico, dos no dialogan si uno no quiere, no escucha y persiste en sus soflamas incendiarias. Porque si algo hemos podido comprobar durante los once años de gobierno Chávez no se caracteriza ni por la prudencia, ni por la diplomacia ni por el diálogo.

Al presidente de Venezuela ya deberíamos conocerle todos, y sin embargo, con sorpresa y preocupación constatamos que Antanas Mockus –y su legión de afines- no lo hacen. Estos están más preocupados en culpar a Santos que en advertir sobre la realidad de las cosas. Como decía, sorpresa y preocupación.

Fuente: HACER

domingo, 9 de mayo de 2010

El león de la Seguridad Democrática y las hienas del vecindario.


Por: Andrés Ricardo Arboleda Arciniegas
May 9, 2010 ⋅

Durante escasos 8 años de la historia reciente de nuestra querida Colombia, hemos sido testigos del avance nuestro país gracias a la política de Seguridad Democrática que ha liderado con ahínco y entereza nuestro presidente Álvaro Uribe. Los altísimos índices de popularidad sin precedentes durante sus dos períodos de gobierno, demuestran que la mayoría de los colombianos de bien (sin distinción de partido), creemos que después de décadas completas de secuestros; inseguridad; narcotráfico; terrorismo; desplazamiento forzado; violaciones a los derechos humanos (Las FARC son todas las anteriores) y paramilitarismo; entre otros problemas, el país hoy por hoy está marchando por un buen camino finalmente.

Revisando mi videoteca, me encontré con un documental de la National Geographic que se llama Hienas & Leones Eternos Enemigos. Mientras veía la cinta, pensaba en la gran similitud que existe con lo que le está sucediendo a nuestro León de la Seguridad Democrática a manos de las Hienas del Vecindario. Lo comparto con ustedes, ya que me aterroriza que la presa de nuestro léon (otra hiena, la hiena de las FARC) aun está viva y las demás hienas que rodean a nuestro león están cada vez más cerca de recuperarla para regresarla a su jauría despreciable.

Mientras que nuestro León de la Seguridad Democrática le asfixia el cuello a la Hiena de las FARC, las otras hienas lanzan ataques traperos desde diversos flancos para conseguir que nuestro león afloje sus fauces. Algunas hienas atacan capturando embarcaciones pesqueras en aguas colombianas y secuestrando a personas de bien para hacer que el león pise el palito. Otras hienas apátridas, ataviadas con turbantes de colores diversos atacan desde las toldas rojas para impulsar intercambios “dizque” humanitarios de personas de bien por delincuentes violadores de derechos humanos. Esas mismas hienas son las que cada vez que regresa un secuestrado a casa, tratan de capitalizar políticamente la alegría de estos y sus familias, ataviadas entonces con turbantes blancos y posando para las cámaras de la prensa nacional e internacional y agradeciendo las gestiones humanitarias que se han logrado gracias a la providencial intercesión de la hiena madre, quien parada desde el solio del libertador, manifiesta su deseo de paz con los leones, mientras que aprovecha un descuido para morder el anca del León de la Seguridad Democrática y luego acomodarse su distinguida boina roja y echarse a reír con espeluznantes carcajadas al ALBA.

Otra de las hienas, tal vez la más torpe e ignorante de todas, vestida como un Ekeko y “cacchando” coca en el altiplano del sur, llama a las demás hienas de la manada a que sigan emitiendo sus carcajadas para amedrentar al león y hacer el cargamontón desde varios frentes. El objetivo es conseguir que los otros leones no se animen a acercarse, porque la pelea es mejor entre varias hienas contra un solo león bravío, que entre igual número de contrincantes de parte y parte. A pesar de su estupidez supina, esta hiena tiene un papel fundamental en la gavilla a nuestro León de la Seguridad Democrática.

Al final, pero no por eso menos importante, siempre a la retaguardia está la hiena manabita. Rencorosa escudera de la causa de aquella otra extinta en la “angostura” de su territorio, no da tregua a sus permanentes carcajadas amenazantes a sabiendas que está en manada y de que ella no es la presa que quiere nuestro León de la Seguridad Democrática. Ella sabe que ahora es cuando tiene que atacar. Ahora precisamente cuando el León de la Seguridad Democrática, respetuoso del estado de derecho y de la institucionalidad, está próximo a transferirle el mando de su manada a aquel otro que salga democráticamente electo. Esa hiena abominable quiere que el eco de sus carcajadas se escuche a través de las “Pezantes” sindicaciones del subordinado y pobre sistema judicial que carece de autonomía, jurisprudencia y hermenéutica para interpretar los hechos a la luz de una perspectiva objetiva.

Nuestro país tiene ahora grandes desafíos. Desafíos tan grandes como para pensar equivocadamente que opciones moderadas frente a las hienas, encarnan la solución y el cambio de rumbo que NO necesita el país.

Por el fortalecimiento de nuestros valores occidentales; por la libertad de expresión; por los derechos fundamentales de los colombianos; por la paz, por la no injerencia de regímenes autoritarios en los asuntos internos de Colombia; por el sometimiento o exterminio del flagelo narcoterrorista del FARC; por un país mejor para nuestros hijos; por ti; por mi; por el equilibrio de la jungla, el León de la Seguridad Democrática debe seguir rugiendo…

Después ya podremos pensar en la posibilidad de pintar el país del color de la esperanza. Ahora no!!.

Fuente: Soyperiodista.com

sábado, 8 de mayo de 2010

Colombia: Juan Manuel Santos, revolution now

Tomado de HACER.org
Por Samuel Angel
May 7, 2010

Esta semana en Colombia se está dando una revolución histórica en el manejo de las campañas políticas. En cifras de crecimiento en internet en 4 días Santos ha superado a Mockus con creces. Desde el comienzo de la campaña y en la historia Colombiana nunca se había visto este nivel de movilización en la red como de seguidores de un político en internet. Al parecer la política de seguridad democrática vuelve a salirse con la suya, pero ahora, en el ambiente virtual.

Santos, el martillo del terrorismo en Colombia, por sus logros históricos al frente de la cartera de defensa, director de la operación Jaque, que dio con la libertad de Ingrid Betancur, los tres norteamericanos y varios policías y militares que estuvieron por años en manos de las FARC, vuelve a ser noticia pero ahora en la red. Su página de internet, manejo de redes sociales, mensajes de texto y sobre todo, la movilización de jóvenes por el país, han venido siendo en la presente semana una constante de la campaña Santista.

Mientras se realizaba el evento de relanzamiento de la campana en el hotel Tequendama el pasado 3 de mayo, que conto con asistencia de público masivo, senadores y representantes a la cámara de diferentes partidos y algo bien curioso, muchos jóvenes, la red se disparo en visitas.
Ahora también se habla en la campaña de Google, electionmall.com, Microsoft y santospresidente.com en donde su video invitando a todos los colombianos a usar el celular para unirse a su campaña no tiene precedentes en Colombia. Según El Tiempo del 4 de mayo, el crecimiento en la red de Santos está ocurriendo al 600%, si las cosas siguen como van, a casi un mes del debate electoral, la balanza vuelve a inclinarse hacia el heredero de Uribe. En la última encuesta Santos le descontó a Mockus un punto y los verdes empiezan a temblar.

De la misma manera en la ultima encuestas de Gallup, subió 5 puntos la percepción de los colombianos de que las cosas van por buen camino y de igual manera la imagen de Uribe está por encima del 70%.

Mientras las cosas sigan así, y la campaña de Mockus persista en su camino de identificación hacia la izquierda, con declaraciones como mostrar admiración por Chavez, pensar en una Colombia al estilo de Costa Rica, sin ejercito, con la guerrilla aun viva y apoyada por Chavez, hacer declaraciones en medios masivos de una “posible extradición de Uribe”, todo esto llegando en estos días al punto de que el recalcitrante ex guerrillero del M19, Gustavo Petro, líder de la izquierda y que aspira a la Presidencia también por el Polo Democrático, afirmo según el importante diario El Espectador del día de hoy, que haría alianza con Mockus para la segunda vuelta.

Según estas tendencias Santos volverá al primer lugar con prontitud.

* Samuel Angel es columnista e investigador.
Fuente: HACER