domingo, 14 de julio de 2019

Tenemos la Procuraduría General de la Ideología de género, de la mano de Fernando Carrillo.


Fernando Carrillo y Claudia Lopez, socios en el Movimiento de la Séptima Papeleta.


Por: Samuel Ángel

Para nadie es un secreto lo que viene ocurriendo en la Procuraduría General de la Nación en las manos del doctor Fernando Carrillo.

Muchos militantes del colectivo político de extrema izquierda LGBT han sido contratados y se sienten ya las presiones propias de estos grupos sobre la población en general que trabaja en esa entidad del Estado.

Inicio el clientelismo propio de la politiquería al estilo de los liberales, que es la militancia ideológica del señor procurador.

Para los que no saben, Fernando Carrillo es algo así como la versión de Gina Parody de la Procuraduría. Su “versión masculina”. Una entidad que entro en la onda del manejo ideológico e ideologizador.

Carrillo es de esos políticos redomados, conoce el estilo de la más rancia mamerteria (izquierda) cachaca, esa en la que militan Santos y Samper. Es de los mismos.

Fernando Carrillo Flórez fue uno de los jóvenes que milito en el movimiento de la séptima papeleta y que cambio la constitución de 1886, como siempre, en nombre de la búsqueda de la paz. Valga decir que una de sus compañeras en ese proceso fue la señora Claudia López, una de las más férreas promotoras de la ideología de género en Colombia. Estamos hablando de más de 30 años de contubernio ideológico.

Claudia López y Carrillo piensan igual los temas de nación, de siempre.

Cambiar la constitución del 86 fue uno de los más grandes logros en la historia de Colombia para la izquierda, desde ahí comenzó el proceso fuerte y veloz de “izquierdización” de la nación y se crearon entidades como la Corte Constitucional que tanto daño le ha hecho a la democracia y al respeto de la unidad familiar.

Se empezó a labrar el camino para que en nombre de los “derechos” se legalicen profundas aberraciones y se corrió la barda para arrinconar al pueblo que inerme siente que lo tienen contra las cuerdas en el respeto al derecho de expresión, de culto, del respeto a la patria potestad y a la educación que queremos para nuestros hijos.

Fue la gran oportunidad de la izquierda para generar un proceso de subversión cultural y de reingeniería social nunca antes imaginado siquiera por nuestros padres y abuelos.  

Carrillo tiene otros grandes logros en ese camino que la izquierda se labro en el país: fue nombrado por Juan Manuel Santos, el peor presidente en la historia republicana, en varios cargos.

En 2010, al ser electo presidente, Santos lo nombro coordinador del comité de empalme con el gobierno de Uribe. Luego en 2012, director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, el 3 de septiembre de 2012 Ministro del Interior y embajador de Colombia en España para el 5 de noviembre de 2013.

Carrillo Florez fue uno de los alfiles preferidos de Santos. Un santista a toda máquina que por su cercanía en pensamiento y obras con ese presidente recibió su “bendición” para impulsarlo como procurador.

Esto requería de toda la maquinaria santista, que durante 8 años produjo el más grande desangre del país, la deuda externa se disparó superando los niveles de deuda generada desde la fundación de la republica hasta la fecha de posesión de Santos. La mermelada fue el pan de cada día de su gobierno, y por supuesto, hacer nombrar a un procurador necesitaba toda la maquinaria aceitada.

De esta manera, el 27 de octubre de 2016, con 92 votos a favor y ninguno en contra (de un total de 95 congresistas presentes), el senado colombiano lo eligió como Procurador General de la Nación. La mermelada lograba hacer otra de sus gestas.

Al estilo típico del santismo, Carrillo dijo que “son más efectivas las sanciones sociales que las legales”, al diario La Patria de Manizales, el 17 de febrero de 2019.

Sin embargo, contradiciendo su afirmación y avanzando aún más allá, el procurador pidió procesar al hombre que bajo la bandera del colectivo político de extrema izquierda LGBT en el cerro Nutibara de Medellín, en el típico Pueblito Paisa.

Curiosa medida para una entidad que por definición se tiene que dedicar únicamente a los asuntos relacionados con los servidores públicos.

Al parecer comenzó la persecución a la familia, a los padres, a los que no queremos la ideologización en nuestra sociedad. Hay una enorme diferencia entre Ginna Parody y Carrillo, mientras la Parody tenía en sus manos a la entidad por excelencia dedicada a la educación, Carrillo está comandando una organización que puede dedicarse a la persecución.

¿A quiénes? Pues a quienes no se arrodillen a su ideario político. Su historia no puede ser más icónica, de la de un izquierdista. Pero ahora, es un izquierdista con la posibilidad de procesar “a quien él quiera”.

Claro, por definición, no debe dedicarse sino a los servidores públicos, pero Santos, no debía entregar el país a los narcoterroristas de las Farc, y lo hizo.

Claramente Fernando Carrillo Flórez está prevaricando con este despropósito, y al parecer está buscando que los padres de familia y educadores empiecen a organizar una marcha como la del 10 de agosto de 2016 para pedir su renuncia, como finalmente ocurrió con Ginna Parody en aquel entonces.


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